Pedí un préstamo a un prestamista en USA para poder asumir las deudas de mi negocio de producción de artesanías ayacuchanas. Sin embargo, debido a la pandemia la producción se paralizó y aún vendiendo los activos de mi negocio, era imposible poder asumir, ni siquiera, la décima parte del préstamo. En mi desesperación, y gracias
a una amiga, encontré a Derecho para Todos, quienes a pesar de que me ubico en el departamento de Ayacucho, me respondieron rápidamente y me ayudaron a través del correo electrónico y de llamadas telefónicas diarias a armar y llevar a cabo una exitosa estrategia de negociación a fin de negociar con el prestamista la reprogramación del pago de mi deuda. Estoy contenta y agradecida por la labor tan seria y profesional de Derecho para Todos.